La comunidad estudiantil de la UAQ protesta contra las agresiones de las que han sido objeto varias alumnas

 

¡Rectora Tere, no sea indiferente, se acosa a las mujeres en la cara de la gente”; “¡Educación no sexista, afuera los machistas!”; “¡La UAQ no me cuida, me cuidan mis amigas!”, gritaron mujeres estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro desde la tarde del 29 de septiembre, hartas del acoso y la violencia de género que las llevaron a tomar las instalaciones de la institución.

Este 2022 el movimiento comenzó en el centro universitario pero se fue extendiendo a otros campus hasta que toda la comunidad estudiantil, formada por más de 27 mil alumnos y alumnas, pararon clases presenciales y virtuales.

En las facultades, las alumnas manifestaron su rabia por primera vez contra la violencia de género mediante pintas en las paredes de los inmuebles, en las que expresaron que no se sienten seguras, cuestionaron la actuación de las autoridades universitarias y exhibieron los nombres de sus agresores.

Este movimiento de la comunidad estudiantil detonó por el caso de una estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que había denunciado acoso de uno de sus compañeros ante la Unidad de Atención de Violencia de Género (Uavig) de la universidad, donde sólo optaron por cambiar de turno a su agresor, pese a tener indicios incluso de que el estudiante suele portar armas.

La directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Marcela Ávila Eggleton, expuso el caso la mañana del 29 de septiembre ante el Consejo Universitario, máximo órgano de la institución educativa, tras enterarse de que la Uavig pretendía cerrar la carpeta de investigación de la alumna.

Por EDITORIAL

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